Sentimental

Sentimental

martes, 1 de noviembre de 2016

CAPÍTULO 5_ LO DIFÍCIL ES VIVIR


A veces se olvida de valorar cada segundo.
Se levanta, se asea, se prepara y decide caminar como autòmata sin disfrutar de cada paso.
A veces, simplemente sobrevive y pasa el tiempo sin percatarse de que, todo lo que la rodea, es efímero.
A veces parece que la amargura se ha apoderado de ella....
A veces, se siente en pleno derecho para dejarse abatir... sin darse cuenta de que la actitud hace hábito y no debe dar opción a que el bucle la absorba.
A veces, se encuentra inmersa en pensamientos negativos que terminarán acabando con ella porque lo difícil es vivir pero, hacerlo plenamente, es maravilloso!
De repente, crisálida en primavera, se coloca sus alas y sale para exprimir cada aliento que le quede, así debe ser.

domingo, 14 de febrero de 2016

CAPÍTULO 3_ LA VIDA ES SUEÑO

"LA VIDA ES SUEÑO"
Y, los sueños... sueños son!




Pasó su vida soñando...
Imaginando un futuro perfecto donde encontrar lo que de verdad tiene valor.
Imaginó una unión tan intensa que no podría ser comparada con ninguna otra.
Imaginó un amor tan fuerte que nada pudiera destruirlo.
Imaginó un hogar donde los pilares fueran la complicidad.
Imaginó una entrega tal que pudiera todo...

Un día, soñó su plenitud...
Más adelante, soñó su complemento...
Al final, soñó la reciprocidad...
Fue fabuloso soñarlo!

Después de tanto soñar, algo a lo que estaba absolutamente acostumbrada, despertó sin sueños...
Los primeros días, no sabía qué ocurría, no achacaba a nada su rareza hasta que descubrió la ausencia de anhelos... Una sensación extraña, incómoda, desestabilizadora, fría, vacía pero involuntaria.
Entonces, Calderón acudió a explicarle lo ocurrido: los sueños, sueños son!

sábado, 6 de febrero de 2016

CAPÍTULO 2_ LE PETIT PRINCE

El viajero analista


A los nueve años descubrió este grandioso libro. Se lo regalaron por su cumpleaños en su lengua original y le costó un mundo "descifrar" sus palabras... aún así, fue un regalo que la maravilló!
Con los años, llegando a su adolescencia, volvieron a regalárselo, esta vez en castellano; comenzó a leerlo, sin poder dejarlo hasta terminarlo; a pesar de conocer su contenido, la atrapaba la grandiosa historia narrada... Desde entonces, siempre ha velado sus frágiles sueños acomodado sobre su mesita de noche, generándole la necesidad de releerlo frecuentemente, incluso a día de hoy; cada pocas semanas se embriaga de sus páginas, descubriendo nuevos matices en sus manchas de tinta cada vez... creando una verdadera delicia!
Su historia... tan simple en la forma y tan compleja y maestra es su fondo!
Cómo describe, estudia, analiza, escrutina cada suceso!

Para ella, tiene un final no escrito.
Él regresa.
Tras decidir irse y alejarse, saturado de su presente, para conocer otras formas conviviendo con situaciones diferentes pero sin conseguir olvidar su pasado ni lo que dejó atrás.
A pesar de lo que encuentra, algo sigue hurgando en su interior sin permitirle el olvido y, regresa.
Regresa a su planeta... con sus tres volcanes, sus tres puestas de sol diarias, sus baobabs y, su rosa. No, ella ya no... ella se marchitó sin él, no logró aguantar su marcha y se secó. A él le cuesta creerlo, siempre pensó que estaría a su regreso; no se había planteado, si quiera, esa pequeña posibilidad pero, en el interior del biombo, sólo encontró el polvo de la belleza que fue para él.
Le sorpendió la realidad pero, entendió que, con su decisión, nada volvería a ser lo mismo... su viaje le cambió para siempre, le enseñó para siempre, le sirvió para siempre... Y, ahora, en su recuerdo, siempre llevará a su zorro y a su rosa... ambos, llenos de ternura y fragilidad, miedos y pseudofortaleza, tan distintos y tan iguales que, desde que llegaron a su vida, le marcarán su camino, de ahora en adelante... En su pequeño planeta volverán otras rosas, otros zorros y, muy a su pesar, la vida continúa, regresarán los bellos atardeceres que, de vez en cuando, le harán pensar en ellos.

Para ella, de forma muy metafórica, es la vida. 
Un aprendizaje que, a modo tradicional inglés, no tiene otra forma que las lágrimas para interiorizar cada paso; un aprendizaje que, más allá de la lucha por conseguir una meta, con palabras y decisiones, cambia un sueño... y, Calderón, los sueños... sueños son.



sábado, 23 de enero de 2016

CAPÍTULO 1_ CUENTO DE INVIERNO

"CUENTO DE INVIERNO": 
 la felicidad es el mejor regalo


Todos los días, de camino a casa, descansa absorta en los cristales de esa librería... detiene el tiempo mientras se deleita en cada objeto, a cada cual más deseado, que adorna con esmero el escaparate.
Repara en un librillo de apenas 60 páginas que, en letras pequeñas, anuncia a quién va destinado... "la felicidad es el mejor regalo", esa frase tiene nombre y apellido! 
Cada día, de regreso, escrutina los tres expositores atenta para ver qué ha cambiado o en qué se ha incrementado la exposición, como si jugase con ella misma al juego memorístico de los objetos, comprobando que su cuento, el mejor regalo, la espera. Una tarde, víspera de Reyes, sale antes hacia el trabajo para decidirse a adquirirlo pero, cuando entra ilusionada, ha sido vendido momentos antes y, por más que explica su ubicación y descripción, al no recordar el título, no saben decirle de qué libro se trata y poder encargarlo para otra ocasión... elije otro, diferente, y se marcha cabizbaja porque, cada regalo que entrega, lleva bien claro destinatario desde el principio; éste, sin embargo, fue un pobre sustituto a falta de pan...
Aún así, no convencida de un no por respuesta_ como su carácter marca_ el día 07, sin apenas jaleo por la mañana, al salir de trabajar decide regresar a explicar dónde estaba, qué lugar ocupaba  y cómo era su libro para poder encargarlo, ya que ese especial ejemplar tenía un rostro claro dibujado como receptor; después de que la tomaran por loca, hiciera revisar albaranes y diese hasta el más mínimo detalle de él, excepto su título_ quizá importante_ giró como llamada hacia una de las estanterías y allí se encontraba una copia más... Como si hubiese alcanzado el más valioso de los bienes existentes, su rostro se iluminó y sus ojos brillaron de nuevo; una luna dorada adornaba el envoltorio pulcramente realizado para él.

El libro, no fue entregado.
Quizá, después de tanto esfuerzo y desilusión, debía quedarse con ella; ella entendía su significado y valor y, a lo mejor, estaba mejor allí...
Lo guardó días en su caja, casi como a un apestado, hasta que_ y por qué no, se dijo_ decidió autorregalárselo y, una tarde de domingo, lo abrió delicadamente, lo dedicó y comenzó a leer... 

La felicidad es el mejor regalo y, aunque a veces el camino nos pretenda despistar, sólo se encuentra en cada uno, en uno mismo.