A veces se olvida de valorar cada segundo.
Se levanta, se asea, se prepara y decide caminar como autòmata sin disfrutar de cada paso.
A veces, simplemente sobrevive y pasa el tiempo sin percatarse de que, todo lo que la rodea, es efímero.
A veces parece que la amargura se ha apoderado de ella....
A veces, se siente en pleno derecho para dejarse abatir... sin darse cuenta de que la actitud hace hábito y no debe dar opción a que el bucle la absorba.
A veces, se encuentra inmersa en pensamientos negativos que terminarán acabando con ella porque lo difícil es vivir pero, hacerlo plenamente, es maravilloso!
De repente, crisálida en primavera, se coloca sus alas y sale para exprimir cada aliento que le quede, así debe ser.
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