Hoy!
Al fin llegó el día. Después de 19 días tachando el calendario, eternos con sus noches eternas, largos y sin fin, pareciendo que el tiempo estaba detenido (y no para bien)... Llegan las ansiadas 500 noches, eternas; con sus mágicos días, de ensueño; con su calor y chimenea, anhelado; con todo planeado y, desplaneado; donde parar el reloj voluntariamente y evitar que pasen las horas, sólo atardeceres mezclados con amaneceres, vino y p. d c.; confesiones, silencios y miradas embobadas y, vuelta a empezar... Hasta que el mundo real, de un plumazo, regrese con su verdad y haga despertar del letargo ensoñado poniendo fin sin piedad y, otra vez... 19 días y 500 noches y así, un bucle sin principio ni fin, girando y girando; soñando y despertando, despertando y soñando...
Así sea!
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